jueves, 1 de marzo de 2012

¡¡2 meses aquí!!

Hola a tod@s:

Aquí estamos una vez más para contaros cómo es mi día a día aquí. Sé que hace mucho tiempo que no escribía y que parece que ya no le doy la misma importancia que antes, pero creedme, la rutina de vida ha cambiado por completo. Madrugar o acostarse tarde, en eso se basa mi vida en función de si estoy de mañana o de tarde. Además, por supuesto, de intentar ir socializando un poco con toda la gente de la compañía, que también es parte de toda esta historia.

En todo este tiempo como imaginaréis han pasado muchas cosas, tantas que no es nada fácil decidir por donde empezar a contar, así que empezaré por el principio...

El trabajo puede decirse que me encanta. Por supuesto tiene sus días malos y sus días buenos como todo trabajo, pero no sé porque cuando el día es malo, siempre hay algo que lo convierte en medianamente bueno, con lo cual deja de ser tan malo como era al principio. En el avión entran 189 pasajeros, y hay días en que llevas los 189 pasajeros clavados, lo cual quiere decir que vas lleno hasta arriba, además esos días tienes que calcular que cada pasajero lleva su propia maleta, y que por supuesto, no todos entienden que para pasar un "romántico fin de semana en Roma", no hace falta llevarse ropa como si fueras a aterrizar y vivir un mes en el hielo al estilo "Viven"...
En estos días en que vas completo, es cuando la sonrisa la tienes que forzar un poco más cuando tienes que explicarle a alguien que si no le importa coja su libro de la maleta después, que por su culpa está todo el embarque parado. En serio, los pasajeros deberíamos pensar más en los demás y sobre todo en la gente que está trabajando para que nosotros lleguemos a nuestra hora al sitio elegido...

En cualquier caso, después de estos días siempre hay algún otro que te demuestra que merece la pena tener días malos para saber valorar mejor los buenos. Sobre todo, cuando tienes un vuelo tranquilo, y te da tiempo a mirar un poco por la ventanilla a la vez que comes algo, y te das cuenta de que no todo el mundo puede ver lo que vemos nosotros desde la ventana de nuestra oficina. O esos días en que los pasajeros te ayudan en tu trabajo, te lo hacen fácil, se les ve a gusto, y al irse se despiden con un "Gracias por todo, ha sido el mejor vuelo de mi vida"... Yo pensé que eso solo pasaba en las "pelis", pero no, aquí, en la vida real, de vez en cuando, también pasa y ahí es cuando te sientes realizado del todo.

Mucha gente me pregunta si ya he tenido alguna emergencia o alguna cosa grave, pero eso si que pasa en las "pelis" y no aquí. Por suerte no todos los días pasa algo, y por suerte si pasa algo, generalmente, se queda en nada. A mí por el momento no me ha pasado nada grave especialmente más que tener que aterrizar en otro aeropuerto por la nieve, algún desmayo a bordo y poca cosa más. Al resto de la gente que vive conmigo, similar, lo máximo un par de despegues frustrados por problemas técnicos y un par de aterrizajes abortados por haber mucho viento. Seguiremos cruzando los dedos cada día para que todo siga igual de bien, aunque por suerte para todos, el que las cosas vayan bien no depende de un simple cruce de dedos...

Por otro lado la vida aquí va yendo como debe de ser. Poco a poco vamos saliendo más y más con compañeros de la empresa. Si estás off o de tardes, no hay un día que no vayamos al "Buddha Bar". Esto es el típico sitio donde cada vez que entras en camarero ya se sabe tu nombre, y prácticamente el de toda tu familia, porque vas tanto allí que le cuentas todo...
Solemos reunirnos allí, tomar varias cervezas, contar las anécdotas del día y en definitiva relajarnos un poco, especialmente después de esos días en los que la sonrisa no sale por ella misma...

A parte de eso pues solemos ir a Roma ya que por allí es otro ambiente totalmente distinto al de Ciampino. Allí todos los días son buenos para salir a tomarte una cerveza. Siempre hay gente por la calle y si no, siempre puedes llamar a Juanpa y Maria. No me gusta hablar mucho de personas en concreto porque no sé si les gustará lo que pongo o no, o si a lo mejor no quieren que les mencione, pero lo haré porque es justo...

María es una chica de Ponferrada que hizo el curso conmigo y que está casada con Juanpa, de Ávila. Por el momento son de lo mejorcito que hay por aquí (también mis compañeros de piso que si no luego se ponen celosos...) Siempre están dispuestos a tomar algo o a organizar el típico plan dominguero e irnos a la playa con una buena tortillaca, unos buenos tomates y unos choricitos. Además siempre nos acompaña Gus, su perro, un perro que como dice mi compañera de piso, Sara, está muy "apretao". Como digo, esta pareja es digna de conocer y de tener muy en cuenta. Yo tengo mis teorías de por qué son tan majetones, y creo que después de mucho pensarlo, el hecho de que los tres seamos de Castilla y León, como dice mi madre, influye...jejeje

Aunque no sé si les gustará o no, voy a seguir hablando de la gente de por aquí. A Paul ya le conocéis del curso en Alemania. Es el mismo, no ha cambiado. La única diferencia es que vive en el cuarto en frente del mío. Igualmente es buen chico, y siempre está buscando el "hueco" para ir a tomar una cerveza o para darlo todo bailando en las discotecas que hemos descubierto recientemente a lado de nuestra casa. Dos de ellas ya las hemos catado, aún nos falta una tercera que me da que va a caer en breve...
En la planta de abajo están Sara y Cynthia. Para darnos en los morros a Paul y a mí, son las únicas que tienen coche, eso sí siempre están dispuestas a llevarnos a donde sea en sus flamantes deportivos...
Juan es el padre de Cynthia que estuvo pasando unos estupendos días aquí con nosotros y quería darle las gracias por lo bien que se porto con nosotros en esos días haciéndonos sentir como si nuestras "mamys" estuvieran aquí haciéndonos comidas riquísimas.

A parte, el resto de la gente de la compañía, pues si me pongo a decir nombres, igual mañana no cojo el avión para ir a Portugal. Tod@s son majísim@s y a los nuevos nos están haciendo integrarnos perfectamente, lo cual es de agradecer enormemente, aunque se rían un poco de nuestro acento español al hablar inglés. Jose, Filippe, Robby, Anto, Jaro... Los iréis conociendo poco a poco aunque al único que quiero mandar un saludo especial es a Filippe. Justo ahora que llegamos y lo conocemos, se va. Cambia de compañía, se va a Easyjet porque así puede tener base en Portugal, su país. Muchas gracias por todo. ¡Eres un tío cojonudo!


Por otro lado está el tema de las tareas domésticas.
He de reconocer que cuando empecé toda esta andadura tenía un mar de dudas con todo eso de separar por colores, suavizante o detergente, fuego lento, gratinar, planchar... Al final he de reconocer que poco a poco le voy pillando el punto a todo, e incluso me marco algún que otro gol en la cocina haciendo cosas que ni yo mismo me imaginaba. No son grandes maravillas, pero por algo se empieza, ¿no?.
Creo firmemente, que todo el mundo debería por una experiencia así en la vida. No es traumática para nada, y lo más importante, aprendes a valorar todo lo que han estado haciendo durante años por ti y tu ni siquiera has dicho un simple "Gracias".

Hoy para cenar voy a prepararme una menestrita de verduras siguiendo la receta de mi madre, a ver qué tal sale.

Por el momento me voy a ir despidiendo. Ya son las 9 de la noche y llevo casi hora y media escribiendo. Podría estar mil horas más y necesitaría 9 ó 10 páginas para contaros todo, pero creo que a grandes rasgos o he descrito un poco cómo está siendo mi vida por aquí.
Mañana me voy a Oporto a las 6 de la mañana. Espero que sea uno de esos días en los que no hace falta forzar la sonrisa y que no vayamos "hasta las trancas"...

Por el momento nada más. Prometo escribir más pronto que esta última vez.

Un abrazo para tod@s.

Gracias por volar con nosotros...