miércoles, 24 de octubre de 2012

¡Un añito en el aire!


Hola a tod@s:

Son las dos de la mañana, encima de mi mesa tengo un buen capuccino al más puro estilo italiano, luz tenue para inspirarme mejor y el portátil conectado a la corriente para que no se apague solo. Con todo esto creo que tengo todo lo que necesito para empezar a escribir...

Esta entrada no saldrá publicada hasta mañana más tarde de las 9:00 de la mañana, y he querido que sea a esa hora no por otra razón si no porque fue exactamente el momento y el día en el que toda esta aventura, que hoy cumple un año, empezó. 

Ayer, precisamente, recordaba con mi compañero de piso Paul, por todos conocido y que fue mi compañero de piso durante mi estancia en Alemania, el momento exacto en el que él y yo nos encontramos en el aeropuerto de Frankfurt Hahn, sin saber muy bien a donde veníamos. Recordamos ese momento en el que nos presentamos. - Oye, ¿tú vienes por lo de Ryanair? - Si, ¿y tú? Yo también. - ¿Cómo te llamas?... Y bueno, así una estúpida y nerviosa conversación que se prolongó durante un rato hasta que finalmente, alguien de la organización se presentó y nos explicó cómo funcionaría todo. De todo eso, hace ya un año. También un año hace desde que fuimos por primera vez al centro donde realizaríamos el entrenamiento que duraría 6 semanas. El 24 de octubre de 2011 a las 9 de la mañana.

Y como digo, después de tanto tiempo creo que toca hacer reflexión y evaluación de lo sucedido.

Si me pongo a enumerar todas las cosas que me han sucedido, buenas y malas, a lo largo de todos estos meses, posiblemente llegaría el año que viene y aún seguiría aquí sentado escribiendo, con mi café frío en la mesa. Por tanto intentaré resumir lo máximo posible para no aburriros.

La verdad es que si me tocara poner una nota global, de 0 a 10, de este año, que básicamente se ha basado en volar, creo que andaría en un 9. Un 10 sería perfecto, y la perfección no existe.

He descubierto que la aviación es un mundo apasionante. Desde fuera también lo es, pero una vez que te adentras en este mundo ves todo lo seguro que puede llegar a ser, lo que se puede aprender cada día, lo cansado que es, lo sacrificado que es... Al mismo tiempo, ves que ese mundo que se dibuja en series como “Pan Am”, son solo mundos virtuales, que probablemente en su día existieron, ¿quién sabe?, pero que ahora desde luego esta muy muy lejos de la realidad. Aún así, con todo y con eso, me quedo con todos los puntos positivos que he puesto al principio.

Si algo he de destacar en esta aventura que cumple un año, es sin duda la gran oportunidad que me ha dado de conocer gente nueva, una gente maravillosa. Culturas y costumbres diferentes, maneras de ver el mundo diferente, aprender con consejos profesionales y personales, y todo gracias al haber emprendido esta aventura. Aquí es raro el día que no aprendes una cosa nueva. O bien a bordo, o bien fuera del avión. Raro es el día que no descubres algo nuevo en una ciudad tan bonita como Roma. Raro es el día que no te ríes con las diferentes anécdotas que nos suceden diariamente ahí arriba, y raro es el día que no terminas tu jornada con una buena cerveza comentando cómo ha sido tu día, y lo que te espera para el resto de la semana. Uf, ese momento con la cerveza fresquita en la mano, es impresionante…

Un año volando da para mucho, y como imaginaréis las anécdotas que os podría contar son miles. Buenas y malas, divertidas y tristes, pero sin duda alguna, una de las que más me marcó fue el día de mi cumpleaños, cubría la ruta Roma – Finlandia, una ruta muy larga, con bastante afluencia de pasajeros y que dura unas 3 horas cada trayecto. 
El vuelo transcurría con normalidad, cuando en mitad del servicio, yo me dispongo a pasar por cabina, y de repente el sobrecargo hace un anuncio: “Señoras y señores pasajeros, hoy es un día muy especial para un miembro de nuestra tripulación. Sabemos que no es fácil pasar un día tan especial como un cumpleaños fuera de casa, y por tanto sería muy bonito que todos nuestros pasajeros en el día de hoy, felicitaran a Alvaro que hoy cumple 26 años”. En ese momento 178 pasajeros que teníamos a bordo, comenzaron a cantar el cumpleaños feliz y a aplaudir. 
La verdad es que es bastante agradable que te feliciten a 37.000 pies de altura.

Por lo demás el trabajo me gusta. He de reconocer que cuando empecé todo esto, tenía cierto temor a que no me gustara de todo el trabajo, ya que nunca había hecho nada similar, pero después de un año en ello, he de decir que me gusta y bastante. El trato con los pasajeros a veces es muy complicado. Desafortunadamente, muchos de ellos no comprenden lo que es una aerolínea Low Cost, y siguen pensando que están volando con las compañías que cobran 10 veces más por hacer el mismo trayecto. 
Hay días que tienes que aguantar malas caras por parte de los pasajeros, ya que por no haber leído las normas, les ha tocado pagar por la maleta, pagar por imprimir la tarjeta de embarque, o simplemente porque no entienden que una compañía que te cobra 30€ por ir de Roma a París y vuelta, no te de un café gratis.

Afortunadamente no siempre es así, y son también muchas las veces en las que los pasajeros se divierten contigo, les resuelves dudas que tienen, les tratas bien, y al final del vuelo te vienen, y dándote la mano te dicen algo como, “Ha sido el mejor vuelo de mi vida, jamás me había reído tanto ni me habían tratado tan bien. ¿Vas a estar tu a la vuelta?”. Esto sucede, y la verdad que es una satisfacción muy grande bajar del avión sintiendo que al menos un pasajero se ha sentido cómodo y contento con el trato recibido a bordo. Solo por eso, merece la pena seguir sonriendo cada día cuando el primer pasajero llega al avión.

Posiblemente, bueno no, seguramente, todo esto no sería posible si no estuvieras rodeado por buena gente, buenos compañeros, buena tripulación. La verdad es que si algo tengo que destacar de mi trabajo y de mi base, es la gente. Hay de todo, como en botica, pero desde luego la nota predominante es que aquí, la buena gente, abunda. Siempre dispuestos a ayudarte, siempre dispuestos a darte algún consejo cuando lo necesitas. En fin, ¿qué más se puede pedir?


También es importante la empresa para la que trabajas. Había oído cientos de cosas sobre la compañía antes de entrar, y la verdad, muchas de ellas eran desesperanzadoras, pero una vez que estás dentro, o yo me conformo con poco, o la verdad, no se está tan mal. Obviamente, a todos nos gustaría estar en una de esas compañías que cruzan el atlántico diariamente, conociendo nuevas ciudades, estando allí por varios días, pero bueno, dentro de lo que cabe, en esta, a pesar de ser Low Cost, no se vive tan mal. No tengo queja alguna del salario, y el trabajo pues es bastante duro, pero eso supongo que servirá para adquirir experiencia. Desde luego, yo estoy a gusto. 
No quiero escribir mucho aquí sobre la seguridad de la compañía. Primero porque ya lo han hecho muchos otros antes que yo, y segundo porque yo no soy ningún experto en seguridad aérea como para dar opiniones objetivas sobre el tema. Lo que sí puedo decir es que yo vuelo con esta compañía una media de 4 vuelos al día, y jamás, repito, jamás, he visto ninguna situación o actitud por parte de las tripulaciones que pudiera poner en riesgo la operación de vuelo o los pasajeros. Obviamente, si yo viera esto, sería el primero en coger las maletas y bajarme del avión. Creo que los pasajeros esto lo ven, porque lo que está muy claro es que si la compañía sigue saliendo con todos y cada uno de los vuelos llenos, es por algo.

Sigo yendo a España cuando puedo, y lo que más me sorprende es que las cosas parecen no cambiar cuando llego. Me encanta seguir viendo las cosas tal y como las deje cuando me marche. Me encanta que la gente siga estando ahí cuando voy allí.

Por lo demás todo va viento en popa. Tal vez lo que más cueste es acostumbrarse al estilo de vida italiana. Este país es complicado de vivir. Creo que no todo el mundo entiende que hay unas normas de convivencia, unas normas de circulación, en fin, una manera de ser… Pero bueno, poco a poco nos iremos acostumbrando, o ¿quién sabe?, igual cambiamos de base pronto y nos vamos a otros lares…

Voy a ir terminando este inmenso artículo, porque empecé a las dos de la mañana, en mi casa, con un café en la mesa, y ahora son las dos de la tarde, estoy en casa de Jaro, un compañero de Eslovaquia, con Rachel y Michel, más compañeros y amigos de la compañía y vamos a comer, así que imaginaros…

No me queda nada más que, haciendo una evaluación general, decir que posiblemente el haber tomado la decisión que tomé hace más de un año, y empezar la aventura que empecé, hace hoy exactamente un año, haya sido una de las mejores decisiones de mi vida. No me arrepiento en absoluto, y aunque obviamente todo tiene sus puntos negativos, son muchos más los puntos positivos que hay en todo esto, y los que realmente me hacen estar, en mis días de descanso, deseando salir a volar de nuevo.

También, como no, dar las gracias a todo el mundo que durante todo este año me ha estado apoyando, me ha estado dando ánimos y me ha estado soportando, tanto en Italia como en España, en la distancia. Padres, familiares, amigos, compañeros… En fin, un largo sin fin.
Nada más, me voy a ir despidiendo que la comida está lista. Hoy toca típica comida eslovaca…mmmm… 

Después a casa, a estudiar un poquito, porque después de un año volando, toca volver a examinarse y hacer un curso de refresco para ver si recordamos todos los procedimientos que estudiamos en Alemania. Mi curso es en una semana y media.

Me despido esperando que esta sea de nuevo la entrada que haga que vuelva a escribir más a menudo en el blog, pero creedme, el trabajo es duro, y cuando llegas a casa después de haber estado volando cerca de 12 horas, lo único que tienes ganas es de tomar una buena ducha y acostarte, esperando al día siguiente para cruzar de nuevo media Europa.

Muchas gracias por leerme.
Un besazo para tod@s, y como siempre…

Gracias por volar con nosotros.


jueves, 1 de marzo de 2012

¡¡2 meses aquí!!

Hola a tod@s:

Aquí estamos una vez más para contaros cómo es mi día a día aquí. Sé que hace mucho tiempo que no escribía y que parece que ya no le doy la misma importancia que antes, pero creedme, la rutina de vida ha cambiado por completo. Madrugar o acostarse tarde, en eso se basa mi vida en función de si estoy de mañana o de tarde. Además, por supuesto, de intentar ir socializando un poco con toda la gente de la compañía, que también es parte de toda esta historia.

En todo este tiempo como imaginaréis han pasado muchas cosas, tantas que no es nada fácil decidir por donde empezar a contar, así que empezaré por el principio...

El trabajo puede decirse que me encanta. Por supuesto tiene sus días malos y sus días buenos como todo trabajo, pero no sé porque cuando el día es malo, siempre hay algo que lo convierte en medianamente bueno, con lo cual deja de ser tan malo como era al principio. En el avión entran 189 pasajeros, y hay días en que llevas los 189 pasajeros clavados, lo cual quiere decir que vas lleno hasta arriba, además esos días tienes que calcular que cada pasajero lleva su propia maleta, y que por supuesto, no todos entienden que para pasar un "romántico fin de semana en Roma", no hace falta llevarse ropa como si fueras a aterrizar y vivir un mes en el hielo al estilo "Viven"...
En estos días en que vas completo, es cuando la sonrisa la tienes que forzar un poco más cuando tienes que explicarle a alguien que si no le importa coja su libro de la maleta después, que por su culpa está todo el embarque parado. En serio, los pasajeros deberíamos pensar más en los demás y sobre todo en la gente que está trabajando para que nosotros lleguemos a nuestra hora al sitio elegido...

En cualquier caso, después de estos días siempre hay algún otro que te demuestra que merece la pena tener días malos para saber valorar mejor los buenos. Sobre todo, cuando tienes un vuelo tranquilo, y te da tiempo a mirar un poco por la ventanilla a la vez que comes algo, y te das cuenta de que no todo el mundo puede ver lo que vemos nosotros desde la ventana de nuestra oficina. O esos días en que los pasajeros te ayudan en tu trabajo, te lo hacen fácil, se les ve a gusto, y al irse se despiden con un "Gracias por todo, ha sido el mejor vuelo de mi vida"... Yo pensé que eso solo pasaba en las "pelis", pero no, aquí, en la vida real, de vez en cuando, también pasa y ahí es cuando te sientes realizado del todo.

Mucha gente me pregunta si ya he tenido alguna emergencia o alguna cosa grave, pero eso si que pasa en las "pelis" y no aquí. Por suerte no todos los días pasa algo, y por suerte si pasa algo, generalmente, se queda en nada. A mí por el momento no me ha pasado nada grave especialmente más que tener que aterrizar en otro aeropuerto por la nieve, algún desmayo a bordo y poca cosa más. Al resto de la gente que vive conmigo, similar, lo máximo un par de despegues frustrados por problemas técnicos y un par de aterrizajes abortados por haber mucho viento. Seguiremos cruzando los dedos cada día para que todo siga igual de bien, aunque por suerte para todos, el que las cosas vayan bien no depende de un simple cruce de dedos...

Por otro lado la vida aquí va yendo como debe de ser. Poco a poco vamos saliendo más y más con compañeros de la empresa. Si estás off o de tardes, no hay un día que no vayamos al "Buddha Bar". Esto es el típico sitio donde cada vez que entras en camarero ya se sabe tu nombre, y prácticamente el de toda tu familia, porque vas tanto allí que le cuentas todo...
Solemos reunirnos allí, tomar varias cervezas, contar las anécdotas del día y en definitiva relajarnos un poco, especialmente después de esos días en los que la sonrisa no sale por ella misma...

A parte de eso pues solemos ir a Roma ya que por allí es otro ambiente totalmente distinto al de Ciampino. Allí todos los días son buenos para salir a tomarte una cerveza. Siempre hay gente por la calle y si no, siempre puedes llamar a Juanpa y Maria. No me gusta hablar mucho de personas en concreto porque no sé si les gustará lo que pongo o no, o si a lo mejor no quieren que les mencione, pero lo haré porque es justo...

María es una chica de Ponferrada que hizo el curso conmigo y que está casada con Juanpa, de Ávila. Por el momento son de lo mejorcito que hay por aquí (también mis compañeros de piso que si no luego se ponen celosos...) Siempre están dispuestos a tomar algo o a organizar el típico plan dominguero e irnos a la playa con una buena tortillaca, unos buenos tomates y unos choricitos. Además siempre nos acompaña Gus, su perro, un perro que como dice mi compañera de piso, Sara, está muy "apretao". Como digo, esta pareja es digna de conocer y de tener muy en cuenta. Yo tengo mis teorías de por qué son tan majetones, y creo que después de mucho pensarlo, el hecho de que los tres seamos de Castilla y León, como dice mi madre, influye...jejeje

Aunque no sé si les gustará o no, voy a seguir hablando de la gente de por aquí. A Paul ya le conocéis del curso en Alemania. Es el mismo, no ha cambiado. La única diferencia es que vive en el cuarto en frente del mío. Igualmente es buen chico, y siempre está buscando el "hueco" para ir a tomar una cerveza o para darlo todo bailando en las discotecas que hemos descubierto recientemente a lado de nuestra casa. Dos de ellas ya las hemos catado, aún nos falta una tercera que me da que va a caer en breve...
En la planta de abajo están Sara y Cynthia. Para darnos en los morros a Paul y a mí, son las únicas que tienen coche, eso sí siempre están dispuestas a llevarnos a donde sea en sus flamantes deportivos...
Juan es el padre de Cynthia que estuvo pasando unos estupendos días aquí con nosotros y quería darle las gracias por lo bien que se porto con nosotros en esos días haciéndonos sentir como si nuestras "mamys" estuvieran aquí haciéndonos comidas riquísimas.

A parte, el resto de la gente de la compañía, pues si me pongo a decir nombres, igual mañana no cojo el avión para ir a Portugal. Tod@s son majísim@s y a los nuevos nos están haciendo integrarnos perfectamente, lo cual es de agradecer enormemente, aunque se rían un poco de nuestro acento español al hablar inglés. Jose, Filippe, Robby, Anto, Jaro... Los iréis conociendo poco a poco aunque al único que quiero mandar un saludo especial es a Filippe. Justo ahora que llegamos y lo conocemos, se va. Cambia de compañía, se va a Easyjet porque así puede tener base en Portugal, su país. Muchas gracias por todo. ¡Eres un tío cojonudo!


Por otro lado está el tema de las tareas domésticas.
He de reconocer que cuando empecé toda esta andadura tenía un mar de dudas con todo eso de separar por colores, suavizante o detergente, fuego lento, gratinar, planchar... Al final he de reconocer que poco a poco le voy pillando el punto a todo, e incluso me marco algún que otro gol en la cocina haciendo cosas que ni yo mismo me imaginaba. No son grandes maravillas, pero por algo se empieza, ¿no?.
Creo firmemente, que todo el mundo debería por una experiencia así en la vida. No es traumática para nada, y lo más importante, aprendes a valorar todo lo que han estado haciendo durante años por ti y tu ni siquiera has dicho un simple "Gracias".

Hoy para cenar voy a prepararme una menestrita de verduras siguiendo la receta de mi madre, a ver qué tal sale.

Por el momento me voy a ir despidiendo. Ya son las 9 de la noche y llevo casi hora y media escribiendo. Podría estar mil horas más y necesitaría 9 ó 10 páginas para contaros todo, pero creo que a grandes rasgos o he descrito un poco cómo está siendo mi vida por aquí.
Mañana me voy a Oporto a las 6 de la mañana. Espero que sea uno de esos días en los que no hace falta forzar la sonrisa y que no vayamos "hasta las trancas"...

Por el momento nada más. Prometo escribir más pronto que esta última vez.

Un abrazo para tod@s.

Gracias por volar con nosotros...

jueves, 26 de enero de 2012

De nuevo... "Stand By"

Hola a tod@s:

Aquí vuelvo, hoy de nuevo estoy de Stand By, y aunque suene fuerte, es de los pocos días que puedo dedicarlo a las tareas domésticas y a escribir aquí.
Ya voy por mi segunda lavadora, y como el programa tarda 37 minutos, he decidido que podía hacer una entrada rápida en el blog antes de tener que tender toda la ropa.

En estos dos últimos días tampoco ha pasado nada interesante. En el anterior Stand By, no me llamaron al final y hoy por el momento, tampoco... (crucemos los dedos)... Y ayer solamente me fuí hasta Eindhoven y volví. El vuelo fue muy sencillito, buena tripulación, buenos pilotos y no muchos pasajeros, lo que hace que todo sea mucho más fácil. El embarque lo haces más rápido, todo el mundo se sienta antes, colocan las máletas más rápido y sobre todo, si tienes suerte, sales antes, lo que se traduce en llegar antes al siguiente destino y con un poco de suerte, en llegar antes a casa.

De camino a Eindhoven el sol se despedía así
Ayer no fue el caso. Por error una familia había sacado un billete de adulto a su hijo pequeño, y claro eso demoró bastante la salida hasta que dimos con el problema. Además eso, que parece algo intrascendente, tiene bastante repercusión, según mi capitán, a la hora de calcular el peso total de los pasajeros... Entiendo de aviones, pero hasta ese nivel tan exquisito, no.
Total, que al final con casi 15 minutos de retraso, pudimos salir camino a Eindhoven.

La vuelta fue graciosa, no por nada en especial, si no por el olor a Marihuana que se respiraba a bordo y por las caras de algunos de los pasajeros que claramente habían venido directos desde Amsterdam. Más gracioso fue aún cuando después, antes de aterrizar, les recordamos que debían tener sus pasaportes listos para el control de Aduanas...

Aterrizamos sin más problemas, y después de tener la reunión que siempre se tiene después de cada vuelo nos marchamos para casa, satisfechos por el buen día que habíamos tenido. En ese momento me acordé de esa mítica serie llamada "El Equipo A", cuando el líder de la banda, Anibal, con un puro en la boca siempre decía la mítica frase: "Me encanta que los planes salgan bien".

Hoy como os digo, día de imaginaria. Lavadoras, plancha, aspirador, fregona... en fin, no sé si prefiero que me tengan volando todo el día...jajaja
En cuanto termine la lavadora de color que he puesto, fregare todo mi cuarto y dejaré todo listo para la vuelta...

Ups!, se me ha escapado, no lo quería decir pero bueno... Mañana a las 6:15 de la mañana me voy a España a pasar unos días que nos ha dado la compañía. No son muchos, pero los suficientes como para recargar un poco las pilas familiares y de amigos, pegarnos una buena juerga, y venir listos para seguir dándole duro en las alturas.

Me despido ya, que la lavadora lleva mucho tiempo sin hacer ruido y o una de dos, o se ha estropeado, o ya ha terminado porque no avisa.
Nos veremos por aquí a la vuelta y a otros muchos os veo estos días por España.

Por cierto, antes de despedirme, voy a poner un par de fotos de mi cuarto en su penúltima reforma. Digo penúltima porque aún le queda por poner una cosilla en las paredes que le dará el toque final, pero eso os lo enseñaré más adelante. Así que atendiendo a las peticiones de varias personas que me lo han pedido por email, aquí os presento mi maravilloso cuarto (evito de mostrar el baño, es un baño normal y corriente).




















Un abrazo,

Gracias por volar con nosotros...

martes, 24 de enero de 2012

De imaginaria...

Hola a tod@s, ¿qué tal estáis?

Yo hoy estoy de Home Stand-By. Para los que no sepáis lo que eso significa, digamos que es como estar de guardia, pero en casa. Tienes que estar localizable durante las 12 horas que dura tu guardia, y a menos de 45 minutos del aeropuerto, lo que significa que te toca estar todo el día recluido en casa, esperando a que en cualquier momento te suene cualquiera de los dos teléfonos (italiano o español) y te digan la famosa frase de: "Hello, this is Crew Control calling. You have to operate the flight FRXXXX to...". En ese momento, tienes que dejar todo lo que estás haciendo, darte una ducha rápida, ponerte el uniforme, llamar a un taxi e ir zumbando al aeropuerto, pero bueno, por el momento eso no me ha pasado, así que voy a aprovechar y voy a actualizar un poquito este diario de a bordo, que hace mucho tiempo que no actualizo.

Si no recuerdo mal, la última entrada que escribí fue aquella en la que me estaba yendo a España para pasar las navidades con la familia. Sí, y como el famoso turrón que vuelve a casa por navidad...
La verdad es que los casi 20 días que estuve allí, fueron geniales. Primero porque no se está en ningún sitio como en casa, segundo porque el recibimiento por parte de todo el mundo no pudo ser mejor, y tercero porque me lo he pasado en grande con toda la gente de mi tierra. No paré casi nada en esos días. Todo el día de aquí para allí, comidas, cenas, copas, fiesta, viaje a Madrid a ver al resto de la familia (que si no lo digo se enfandan...), cafes de muuuchas horas, en fin, lo que os digo, que como en casa, en ningún sitio. Gracias.

Dicen que lo bueno siempre se pasa rápido, y en esta ocasión puedo decir que fue así, porque casi sin darme cuenta, estaba haciendo de nuevo las maletas para venirme a Roma y empezar a trabajar.
Llegué el día 4 de enero aquí y la verdad es que hasta el día 7 que empecé a volar, no paré de hacer cosas para la casa. Que si comprar una fregona, que si limpiar el baño, que si no tenemos internet...

Al final el día 7 empezamos a volar. Para ser el día del estreno oficial, no podía tocarme mejor tripulación, lo que hizo que el trabajo fuera muy facilito. No se dió mal del todo teniendo en cuenta que hacía casi un mes que no volaba y quieras o no, muchas cosas se podían haber olvidado, y de hecho un poco sí se noto en las pequeñas reuniones que tenemos antes de cada vuelo, donde tu jefe de cabina y el capitán de ese día, te explica cómo va a ser el vuelo y además te hacen unas preguntas sobre seguridad a bordo y primeros auxilios y si las fallas puede que hasta te quedes sin volar ese día. Salvo en ese que en alguna pregunta hubo alguna duda menor, en el resto, todo perfecto. He de decir que ya he vuelto a repasar todo, y las preguntas salen mucho mejor ahora...jejeje

Estuve 5 días seguidos volando en horario de "Lates" o de tarde. Después un merecido descanso de 3 días que aproveché para seguir poniendo el cuarto a mi gusto, y donde mejor que ir para amueblar un cuarto que a Ikea.
No está excesivamente lejos, y por la pasta que te ahorras, merece la pena... Así que allí me fui con Paul, a ver qué podíamos comprar para que nuestros cuartos empezaran a ser dormitorios de verdad... Que si una mesa, que si mira esa silla, que si mira que despertador con lo que me hace falta uno, que si hay mira que alfombra para el baño... Total, que después de estar allí toda una tarde, compramos las sufcientes cosas como para que mi cuarto me gustara un poco más y para que ahora no tenga que estar sentado en el suelo mientras escribo esto...
Al día siguiente, gracias a la inestimable ayuda de Juanpa, María y Gus, nos fuímos a recoger a Ikea todo lo que habíamos comprado y lo trajimos a casa, donde lo montamos. El resultado a mí me parece que es bastante satisfactorio, y sobre todo, muy práctico.

Después de estos intensos días de muebles, volvimos al trabajo. Esta vez cambiaba el turno, y en vez de ir de tardes, íbamos de "Earlies", o lo que es lo mismo de mañana. Bueno, en realidad no sé muy bien porque lo llaman de mañana cuando deberían llamarlo de noches a juzgar por la hora en la que me he levantado.
Mis compañeros de piso dicen que es que soy un exagerado con las horas, pero si tengo que entrar en el aeropuerto a las 5:30 am, y tengo que preparar la comida, ducharme, afeitarme, vestirme, coger un taxi y llegar allí, pues los demás no sé, pero como mínimo necesito hora y media. Total, que por A o por B, todos los días levantándome a las 4 de la mañana. Por eso digo, que en vez de "Earlies", deberían llamarse "Nights".

La verdad es que estos días de mañana he descubierto que me gustan más madrugar que ir de tarde, porque puedes aprovechar mucho más el día, a parte que volando por el día, las vistas desde la oficina, son mucho mejores.

Ya pierdo la cuenta del número de vuelos que he hecho, de despegues, de aterrizajes... Creo que tengo en torno a 70.000 kms recorridos en 3 semanas y ¡¡¡me encanta!!!
He visitado muchos países, el día mas curioso, el día que fui de Italia a Polonia, volví a Italia y después me marche a Alemania para al final del día, volver a Italia. La verdad es que lo cuentas así, y parece que has ido a por el pan y has vuelto, pero es un taco de kilómetros...

Después de 3 semanas currando, la valoración que hago de todo esto es super positiva. Estás todo el día conociendo gente nueva, tanto de tripulaciones, que por el momento todas son fantásticas, como de pasajeros que cada uno es un mundo. Como anécdota contar que ayer volé con la única piloto que hay en la base, y he de decir que ya podían aprender otros muchos lo que es aterrizar un avión con tacto... Un 10!!
El trabajo tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero supongo que como todos los trabajos del mundo, aunque yo por el momento me quedo con todas las cosas buenas que me da este trabajo día a día. Sé que poco a poco iré viendo cosas que no me gustan tanto, pero por el momento me encantan todas, así que me quedo así...jejeje

Poco más por el momento. Voy a intentar ir actualizando esto más frecuentemente, aunque he de decir que espero que entendáis que cuando te has pasado más de 7 horas de aquí para allá de Europa, lo que menos tienes son ganas de escribir aquí, aunque he reconocer, que sigo recibiendo emails de gente completamente desconocida, felicitándome por el blog y por la ilusión y entusiasmo al hacer las cosas, y solo por eso, merece la pena el intentar sacar un poco de ganas después de cada día y sentarse aquí para contar mi vida ahí arriba. A todos vosotros los que me animáis y me leéis, ¡¡Muchas Gracias!!

Y como despedida, y para daros un poco de envidia, os voy a dejar una foto que tome el otro día cuando me asomé a la ventana de mi oficina a contemplar el paisaje.

Me voy ya, no vaya a ser que me suene el teléfono... Aprovecharé para hace esas tareas domésticas tan apetecibles como poner una lavadora, planchar, fregar... O bueno, al menos voy a intentarlo... No me hago responsable de como termine mi ropa después de todo...

Un abrazo para tod@s!!!

Gracias por volar con nosotros...


Por suerte para mí, estas son las vistas que veo a diario desde mi oficina